EMILIA PARDO BAZÁN

Una adelantada a su tiempo

Hoy, doce de mayo, se cumple el centenario del fallecimiento de la ilustre dama. Aún no había cumplido los 70 años, pero dejó una honda huella en la historia de la literatura y del feminismo con el ejemplo de su vida trepidante. No tuvo la popularidad acorde a su talla. Nació en una familia de la nobleza gallega y se movió en su juventud en las esferas carlistas. Casada muy joven, tuvo tres hijos y se divorció. Conoció a Galdós, con el que mantuvo una relación intelectual y amorosa (testigo de ello son sus cartas, mientras que las de su pareja continúan en manos anónimas). Mantuvo otro romance con García Galdiano, al que dedicó un poemario forrado con su guante de piel. Su vida transcurrió entre Galicia (recuerden los avatares del Pazo de Meirás) y Madrid. Por ser mujer se le negó por dos veces el acceso a la Academia, pero el Ateneo le hizo el honor con una sección. Precursora del naturalismo que venía de Francia a través de Zola, introdujo la literatura rusa. Se dedicó a promover y defender los derechos de la mujer. Su legado personal y literario fue muy notable.