JABALÍES DE PASEO POR BARCELONA
¡Sálvese quién pueda!
¡Sálvese quién pueda!
Salieron en los telediarios alcanzando el estatus de imágenes insólitas. Se trataba de una pequeña manada de turistas porcinos que decidió visitar y de paso obtener algún residuo de comida, adentrándose en la ciudad Condal. Sorprendieron a los viandantes que llamaron al SEPRONA para que no se registrasen males mayores. Quizás no hacía falta porque, ante el revuelo organizado, los animales huyeron despavoridos pensando quizá que en cualquier momento podían convertirse en exquisito bocado de un festín a lo "pueblecito galo". La realidad es que, en la antigua Galia, no solían comer jabalís, sino bueyes, aves y cerdos de los de toda la vida, combinados con cereales o legumbres (lentejas, guisantes o habas). Por si las moscas los temidos invasores, aplicaron la sabia decisión del "patas para qué os quiero", no fuera que...