EL BASTÓN Y EL PURO DE WISTON CHURCHILL
Fue un buen maridaje. Sin estos dos símbolos que
caracterizaron al personaje como un icono del siglo XX, es más que probable que
no resultara tan completo y representativo. Dos mujeres estuvieron a su lado a
las duras y a las maduras, su esposa y su secretaria. Ambas tendrían mucho que
contar de la rigidez, fortaleza y hasta (imagino), cierta excentricidad del
líder. Los últimos días de enero de 1965, se fue apagando poco a poco, aunque
no lo suficiente. hombre de personalidad tan
compleja y apabullante, aún tuvo fuerzas para exhalar su última frase:
"Todo es tan aburrido".