LA VIDA CON BUEN HUMOR
UNA TORTUGA DE LEYENDA
He aquí una reliquia del mundo griego, cuando
empezaban a despuntar las obras teatrales que con el tiempo serían célebres. Su
protagonista, un tranquilo animal, del que no ha pasado su nombre a la historia
(si es que alguna vez lo tuvo), pero sí su singular y desafortunado destino. Se
cuenta que raptada como exquisito manjar entre las garras de un águila que
sobrevolaba el cielo azul de Grecia, se soltó repentinamente yendo a caer nada
menos que sobre la insigne cabeza de Esquilo, uno de los más importantes
dramaturgos del momento. No sobrevivió el autor al tremendo golpe, pero quizás
sí la tortuga, aterrizando sobre tan oportuna y propicia calva-aeropuerto. El
escritor se quedó con los laureles y la tortuga con su famosa longevidad. No
fue mal trato.