500 AÑOS DE LA DERROTA DE LOS COMUNEROS
Dicen que no fue una batalla épica, sin embargo marcó el devenir de la historia de la Península. Por aquel entonces no existía el concepto de España como nación, sino una serie de reinos con Castilla y Aragón a la cabeza. En 1517 llegaba para coger las riendas del poder, dando lo que podría considerarse un golpe de estado al apartar a su madre Juana (mal llamada 'la Loca'), un joven, nacido en Gante, sin experiencia ni conocimiento del idioma. Su llegada a Castilla junto con su camarilla de "flamencos", no sentó bien, en un ambiente de por sí enrarecido. Líderes como Bravo, Maldonado y Padilla encabezaron las revoluciones comuneras que acabaron en desastre. En Villalar cayó una tromba de agua que desbarató los movimientos de la infantería y la pólvora quedó inservible. El ejército real aprovechó la oportunidad y la batalla fue sangrienta y fulminante. Los jefes fueron ajusticiados y las ansias de libertad y participación del pueblo se fueron a pique.