martes, 31 de marzo de 2020

UN LEGADO MARAVILLOSO

OBELIX, SE QUEDA SIN SU PROTECTOR


Imagínense un sencillo salón. Pues ese fue el lugar, de la casa donde nacieron Astérix y Obélix. En la pequeña estancia de un piso social de Bobigni, a las afueras de París. La aventura comenzó una tarde como un pasatiempo. Goscinny y Uderzo obtuvieron, casi sin quererlo, un éxito inesperado. Han pasado seis décadas, pero a pesar de la pronta desaparición del guionista y dibujante Goscinny,  la Galia siguió contando con su pueblecito, su pócima mágica, y su inalterable independencia, a base de historias tan belicosas como tiernas, salidas de la imaginación de Uderzo. Pero todo tiene su final y el guionista de Astérix y Obélix  ha fallecido a los 92 años. Hacía uno que, con pesar, había transferido la compañía para que el pueblecito galo no quedará olvidado y a merced de los romanos. Con las primeras colecciones paternas, que aún disfruto, pasé momentos inolvidables de mi infancia y adolescencia. ¿Cómo se sentirá hoy el entrañable e inofensivo repartidor de menhires? Todos los habitantes del pueblecito galo lo echarán de menos y aún diría que los vapuleados romanos. Pero su historia, divulgada por mil y una viñetas llenas de mamporros y encanto seguirá deleitando a millones de seguidores en todo el mundo. Al menos mientras el cielo (o un virus maligno ¡quien sabe!), siga sin caer sobre nuestras cabezas.