sábado, 10 de octubre de 2020

 UNA MUERTE TONTA

DE CUANDO LOS DIRECTORES DE ORQUESTA LLEVABAN BASTÓN


Actualmente la mayoría de los directores de orquesta usan una batuta para conjuntar las grandes formaciones orquestales. Lo hacen tras un complicado y muy difícil proceso de aprendizaje, en el que sólo llegan a la cumbre los verdaderos genios. Pero antaño la cosa no era así y, especialmente las orquestas reales y las grandes formaciones militares, iban precedidas por un elegante conductor que marcaba el ritmo con una pesada barra de metal, dando golpes en el suelo, para llevar el compás. Tan forzado equilibrio de técnica y destreza tuvo en ocasiones fatales consecuencias, como le ocurrió a Jean-Baptiste Lully, célebre músico florentino de la época de Luis XIV. En cierta ocasión el aclamado maestro estaba dando fuertes golpes en la madera del suelo, para que los músicos siguieran sus tempos, cuando en un accidente impredecible, en lugar de en la tarima, el bastón dio de lleno en el dedo gordo del pie. ¡Huyyy que dolor! Fue atendido de inmediato, pero los 'doctos doctores', de acuerdo con los escasos conocimientos médicos de la época, a caballo entre la charlatanería, la escasísima higiene y las cochinadas vertidas en ungüentos y brebajes, fueron caldo de cultivo para la infección y la gangrena, que se llevaron a la tumba no precisamente a un músico mediocre, sino más bien a uno de los grandes nombres de la música clásica.