domingo, 18 de octubre de 2020

VUELVA USTED MAÑANA

No se trata del célebre artículo de Larra, sino de los primeros pasos de una gran artista,

Tras la II Guerra Mundial, París empezaba poco a poco a despertar, a pesar de la destrucción y la miseria. En el barrio de Saint Germain des Prés vivía, cerca de la pensión sita en la plazoleta, una joven Juliette Greco. Había estado en prisión mientras que su madre y hermana fueron deportadas a Ravensbruck. Quería cantar, y como el barrio con sus cafés, sus teatros, sus cavas de Jazz y sus tertulias invitaba a ello, era sitio adecuado para dar sus primeros pasos. No le faltó la intuición de que tenía que escuchar a los mayores, los que más experiencia acaparaban, así que un buen día, entró en uno de esos cafés, donde estaba Jean Paul Sartre, y le pidió consejo para iniciarse en el arte de cantar, a lo que el aludido, viendo la ambición y ansias de la joven, le dijo que volviese  al día siguiente. Tras el encuentro, Juliette Greco acabó por convertirse en un icono de la canción francesa, con su atuendo negro, su movimientos para armonizar el texto con la música y su voz raspada por el fumar constante Fue la última superviviente de una gran generación de artistas, muriendo hace un mes, a los 93 años.