viernes, 15 de enero de 2021

 UNA ACTRIZ SIN ESTRELLA


FRANCES FARMER

 Nacida en Seatle en 1913, su destino iba a estar marcado a lo largo de su amarga y extraña vida. Mujer que se vio rodeada de un ambiente hostil, lleno de prejuicios, empezando por su propia madre. En lugar de proporcionarle bienestar y afecto, fue todo lo contrario, hasta llegar a destruirle la vida. Frances tenía talento para la escritura, se presentaba a concursos literarios, pero sus textos acarreaban polémicas sin fundamento. Un día le invitaron a realizar un viaje a Moscú. Era una buena oportunidad para descubrir el teatro clásico ruso. La empezaron a humillar y a tacharla de comunista, con su propia madre a la cabeza. Tras esa experiencia, desembarcó en Nueva York, donde su sueño era actuar en obras de teatro clásico, en Broadway. En el teatro se sucedieron también los desplantes, las traiciones, los ninguneos. El alcohol y la frustración empezaron a hacer mella en su vida. Su tragedia no hizo más que empezar. Los siete años siguientes los pasaría en distintos psiquiátricos, con la colaboración de su señora madre, por considerarla que estaba loca. Tratada con métodos brutales el calvario fue insuperable: insulina, palizas, violaciones, hasta que se le practicó una "lobotomía" por considerarla "paciente conflictivo", ante un público morboso, como si estuvieran en un circo. Anularon su personalidad por completo y se convirtió en un ser sin emociones, destruido, sin alicientes en la vida. Sin estrella que la recordara como la gran actriz que fue ...o que pudo ser.