miércoles, 28 de abril de 2021

 ADORACIÓN AL OSCAR

Joan Crawford

Crawford comenzó su segunda etapa en el cine cuando fue contratada por la Warner. Como protagonista en "Alma en suplicio" (1945), fue nominada al Oscar. No asistió a la ceremonia, por temor a que ganara la otra candidata, Ingrid Bergman, y para que las cámaras no reflejaran sus gestos de derrota en su rostro. Simuló que estaba enferma y vio la entrega de los premios en la televisión. Pero al contrario de lo que esperaba, ganó y pidió que le trajeran el galardón a la cama. Se maquilló, se peinó y fue fotografiada en su dormitorio con el  preciadísimo galardón. No contenta con eso, todas las mañanas, como un ritual, bajaba las escaleras de su mansión, bien vestida y arreglada, plantándose a la mitad. Se inclinaba y hacía una reverencia al Oscar colocado en una hornacina como si de un lar se tratara. Después continuaba bajando el resto de las escaleras, radiante y glamorosa. Y digo yo, ¿no había sido menos complicado asistir a la temida entrega de premios, que cargar con semejante ceremonial toda una vida?