miércoles, 5 de mayo de 2021

EL PEQUEÑO CORSO
200 años de su misteriosa muerte

Napoleón dominó Europa mediante las armas o las alianzas cuando convenía. Hábil manipulador y estratega militar, hace unos años un genetista analizó el pelo de sus patillas, conservadas en un relicario que perteneció a Vivant Denont (fundador del Museo del Louvre). El resultado fue que el emperador era de origen caucásico y no árabe. En otros cabellos que se cortaron después de su muerte, se llegó a la conclusión de que fue envenenado con arsénico. Habría que hacer un estudio del cadáver con los medios actuales, para saber si realmente yace en el Hotel de los Inválidos, del que sus descendientes conservaban las llaves. Por cierto, su altura era la habitual en su tiempo (1,69-1,70). Tenía enemigos por todas partes, por lo que interesaba su muerte. Error médico, conspiración silenciosa o enfermedad incurable, el enigma sigue sin aclararse. Se dice que en su lecho de muerte, pronunció estas palabras: "¡Dios mío!, ¿Qué será de la Nación Francesa?,¡El ejército!, ¡Josefina!".