viernes, 17 de enero de 2020

A PROPÓSITO DE LA FIESTA DE SAN ANTÓN

EL PERRO QUE COMPARTE SU AGUA

A los animales tampoco les falta un patrón, es decir un santo que les proteja, y éste es san Antonio Abad (más conocido como san Antón), que todos los 17 de enero se celebra con bendición y fogata. Agua bendita sobre las cabezas y brasas ardiendo a pie de calle que, como hace un frío que pela, vienen al pelo. En la selección de candidatos a ser bendecidos casi todos lo tienen, porque en su mayor parte se trata de perros y gatos, aunque alguno se sale de la norma, sea iguana, lechón o papagayo. Las hogueras son una tradición, aunque en las ciudades se hayan de acotar las zonas previstas y se mire con lupa su envergadura y situación, no vaya a ser que la cosa se complique como está ocurriendo desde noviembre en la lejana Australia. Al contrario que aquí, los terribles incendios, más que proteger a los animales los han eliminado por miles, sin contar otros terribles daños materiales y humanos. Pero aún en las situaciones más dramáticas brilla siempre un rayo de ternura y esperanza que hace recapacitar. En el caso que nos ocupa es la pequeña anécdota protagonizada por un perro llamado Rusty y un koala que estaba sediento y desesperado, el pobre. La tragedia que asola el continente nos ha dejado una entrañable historia que bien podría servir de ejemplo para que los humanos no salgamos, como nos ocurre con frecuencia, chamuscados.