jueves, 2 de enero de 2020

UN AÑO MÁS

 ¿QUÉ NOS TRAERÁ EL FUTURO?


El paso del tiempo, que cada día se nos antoja más breve y complicado a medida que se suman los años, nos hace reflexionar sobre el valor de un instante (un segundo, encadenado a otro y otro y otro), que ningún ser humano, ni el avance de los conocimientos y la experiencia, es capaz de detener. Por eso, mientras nos afanamos en seguir las campanadas comiendo uvas, planeando proyectos o haciendo buenos propósitos, convertimos cada salto del calendario en un momento de alegría, sabiendo que es irrepetible, que nos conduce hacia el mañana y que aún siendo conscientes de que no todo serán sorpresas y felicidad, es bueno y oportuno esparcirlas en forma de deseo entre quienes amamos y nos importan. ¡Feliz año!, reiteramos a modo de conjuro y evocación, que las malos momentos vendrán sin que nadie los llame. De ser así (ojalá que no), que cada palo aguante su vela con ánimo, entereza y, en lo posible, buen humor, que son remedio universal.